Sobreponerse no es para nada fácil. Pero…
Estas estrategias e ideas podrían ayudarte a salir victorioso y como resultado una mejor versión de ti mismo.
Los tiempos difíciles asaltan nuestra vida cuando menos lo esperamos.
Es como cuando los ladrones entran en tu casa.
No hubo un preaviso, no te avisaron. ¿Cierto?
No estamos preparados para ello.
No los hemos invitado, pero vendrán como si lo hubiéramos hecho.
Estos tiempos son inevitables. Llegarán lo quieras o no.
Quizás en estos momentos no estés teniendo tu mejor día, semana, mes o incluso tu mejor año.
Ante esto, está bien sentir impotencia, desanimo, desilusión y desesperanza.
Está bien culpar al universo. Es válido.
A lo largo de mi vida he vivido y sentido eso, no una vez, sino varias veces. Apuesto a que tú también.
Hace unos años, viví una secuencia de acontecimientos duros que me hicieron tocar fondo.
Estaba enfadado con el mundo. Estaba enfado conmigo mismo.
Culpe al universo, culpe a Dios y a la vida. Estuve a punto rendirme.
Antes de que estos sucesos sucedieran, ya estaba inmerso en una difícil batalla.
Por varios meses había estado tratando de ayudar a mi hijo de 3 años a superar su excesivo miedo a la lluvia y a los truenos.
Para los que no han experimentado ese nivel de miedo, será difícil que comprendan eso.
Créeme, estaba en una batalla realmente dura.
Lo peor es que los problemas muchas veces traen más amigos a la fiesta del desastre.
Los problemas nunca vienen solos
Cierto día, mi suegra de repente se desmayó y entró en una crisis que la internaron en el hospital.
Para ese entonces, ella cuidaba a mi hijo durante el día mientras yo trabajaba desde casa.
Dada su situación de salud tuve que dejar mi trabajo y cuidar de mi hijo.
Ese día tenía planeado un golpe más para mí.
Aún hacía falta algo. Se avecinaba otro acontecimiento inesperado y duro.
En ese entonces vivía en el campo y por lo general cuando llueve hay apagones de luz.
Los cortes de energía son recurrentes. La luz se va, viene y en ese ir y venir, lo predecible es que nos terminaremos quedando en la oscuridad.
Es una verdadera locura.
La noche había llegado.
Comenzó una tormenta y la energía desapareció por un tiempo.
Como te dije antes, ya estaba en una batalla. Trataba de ayudar a mi hijo a superar su miedo excesivo a la lluvia.
Parecía que el universo estaba conspirando en mi contra.
Coincidentemente, estamos en medio de la oscuridad y con una lluvia de locura.
Quería proteger a mi hijo, así que lo levanté y lo abracé en la oscuridad.
Mientras lo cargaba en brazos, intenté sentarme en la hamaca, pero en vez de sentarnos y acostarnos nos fuimos en picada — caímos fuertemente en el piso.
Un dolor intenso en mi hombro derecho había comenzado. El dolor comenzó a aumentar rápidamente.
Adivina que había pasado.
Me había roto la clavícula.
Una larga y lenta recuperación se convirtió en mi mejor amigo.
En honor a la brevedad, solo te he contado una parte de la serie de problemas que enfrenté en un período de tiempo relativamente corto.
Los tiempos difíciles llegan cuando menos te lo esperas y superarlos no es nada fácil, pero aun así puedes seguir algunas estrategias de afrontamiento para disminuir esa carga y salir victorioso.
Tómate tu tiempo: reconoce tu situación
Lo sé, amigo mío.
Al principio, no es nada fácil adoptar esta mentalidad.
No es fácil reconocer y aceptar un momento difícil, una derrota, una traición, un error de inmediato.
Toma tiempo. Sí. Y mucho. Así que tómate tu tiempo.
En un principio está bien culpar y hacer preguntas como ¿por qué me está pasando esto a mí?
Sin embargo, no se puede vivir tanto tiempo preguntando y culpando al universo para siempre. ¿Cuál es el punto de hacerlo? ¿Qué sacas de ello? Ninguno, ¿verdad?
He pasado y superado varias batallas titánicas en mi vida, batallas realmente difíciles.
Por eso creo que un tiempo razonable te ayudará a reconocer tu situación actual.
Esto podría ser un día, una semana o, uno o más meses, o incluso más.
Ese tiempo razonable estará ligado y definitivamente dependerá del nivel de conciencia y resiliencia que hayas acumulado a lo largo de los años.
En medio del caos, intenta ser amable contigo mismo.
No intentes ignorar tus emociones.
No intentes huir de ellas. Son parte de ti.
En su lugar, debes hacerte cargo de ellas. ¡Escúchalas!
Lo sé. Superar tiempos difíciles se siente como si estuvieras apagando incendios tras incendio.
Te preguntarás mil veces, ¿por qué a mí?.
Todo parecerá oscuro.
No verás ninguna luz al final del túnel durante este tiempo.
Sin embargo, debes ser amable contigo mismo.
No te lastimes. Esto pasará tarde o temprano, no cuando tú lo quieras exactamente, pero eventualmente sucederá.
Al ser amable contigo mismo en medio del caos agregará la sensación de que eres el capitán de tu vida. Y en verdad lo eres. ¡Carajo!
Respira, respira. No hagas nada. No hagas nada hasta que tengas control de tus emociones, luego actúa sobre ellas.
Usa tu energía sabiamente
Que por cierto es finita. Se termina.
En tiempos difíciles, tu nivel de energía, tanto mental como física, puede descender a niveles extremadamente bajos, incluso hasta llegar a cero.
No encuentras voluntad ni fuerza para seguir adelante.
Incluso dar un pequeño paso se siente pesado y extremadamente difícil.
Lo repito, tómate tu tiempo para reconocerlo.
Tómate tu tiempo para llorar.
Tómate tu tiempo para culpar a Dios o al universo.
Pero debes intentar dejarlo ir después de un tiempo.
No gastes tu limitada y baja energía en cosas que no puedes controlar durante estos tiempos.
Utilice la energía que te queda en acciones que actúen como soldados que luchan contra su situación para salir mejor.
No dudes en adaptarte a nuevas herramientas y formas.
Si dependemos de una fuente de ingresos o si trabajamos como autónomos cuando se presenten tiempos difíciles, sin duda estaremos en una situación financiera aterradora.
En aquel entonces necesitaba trabajar. ¿Por qué?
Estaba terriblemente obsesionado con pagar mis deudas, así que necesitaba que mis cheques mensuales siguieran manteniendo mi cuenta bancaria en saldo negativo.
Además, no estaba de más poner más dinero en mi bolsillo de alguna manera.
Sin embargo, tenía un gran problema.
Mi clavícula derecha estaba rota.
Dado que soy ingeniero de software y escritor, mis manos son esenciales para completar mi trabajo.
Si quería alcanzar el objetivo de conservar y generar más dinero, necesitaba encontrar otras formas que no necesariamente necesitaran mis manos como principal herramienta de entrada, si quería seguir creando contenido y construyendo software.
Decidí probar escribir con una mano.
No era nada fácil. Mi abuela, que nunca uso una computadora, quizás escribiría más rápido que yo.
Así que necesitaba herramientas de apoyo para ese trabajo pesado si quería alcanzar el objetivo que me había trazado.
Comencé a usar el micrófono del teléfono para crear la estructura base de cualquier artículo nuevo.
Rápidamente, me di cuenta de que era más rápido si tenía un artículo sin formato con la idea principal y los puntos clave, si lo hacía de esa manera.
Desde entonces, cuando viajo al trabajo, en el autobús o cuando hago cola en el banco, utilizo esta técnica para tener artículos en bruto listos para editar.
Simplemente, abracé la idea del uso de nuevas formas y herramientas: formas más rápidas y de apoyo para continuar haciendo lo que realmente disfruto.
Resultado de eso.
Creé la base de este artículo usando esa técnica.
Conviértete en un experto de tus circunstancias actuales
La vida es el 10% de lo que te sucede y el 90% de cómo reaccionas ante ello — Charles R. Swindoll.
Querido amigo lector, no se trata de lo que pasó, sino de cómo reaccionas ante ello.
Mi clavícula rota fue la segunda fractura en dos años. Primero me rompí la mano izquierda jugando al fútbol.
Gracias a eso, aprendí tips y consejos sobre cómo recuperarme más rápido. Me sumergí en ese mundo.
Me convertí en un experto en qué comidas y alimentos ayudaban, que ejercicios y por qué una rutina de 15 minutos de luz solar acelera la unión de los huesos, logrando una recuperación más rápida.
Investigué mucho sobre este tema porque quería entender y saber cómo funcionan los huesos.
Como resultado, me estaba volviendo un verdadero experto en esto y sanando mis huesos más rápido.
Pero no solo eso, también estaba ayudando a otros que enfrentaban lo mismo y ayudándolos a salir mejor o más rápido de esa situación.
Conclusión
Superar tiempos difíciles no es nada fácil. Sin embargo, hablamos sobre algunas estrategias de afrontamiento para salir mejor librado.
Recuerda que los problemas nunca vienen solos.
Sin embargo, no es necesario estar preparado porque eso es algo que no se sabe con antelación. Llegarán cuando menos los esperes.
Solo necesitas abrazar la incertidumbre y lo que conlleva.
Debes tomarte un tiempo razonable para aceptar tu situación.
No es fácil hacer eso y aceptarlo de inmediato, por eso necesitas tiempo.
Recuerda ser amable contigo mismo. No intentes ignorar tus emociones. No intentes huir de ellas.
Son parte de ti, así que sé amable contigo mismo.
Gracias por leer. Espero que este artículo haya resultado útil.
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